domingo, 17 de mayo de 2015

Mata Hari, una espía seductora y misteriosa

"EN MADRID JAMAS LLEGUE A PISAR LA  CALLE, PORQUE CADA VEZ QUE APARECIA    EN EN LA PUERTA DEL HOTEL RITZ, UNA
 LEGION DE CABALLEROS ARROJABAN SUS  CAPAS AL SUELO PARA QUE
 CAMINARA SOBRE ELLAS, PONIENDO ANTE
 MI UNA ALFOMBRA QUE NUNCA SE  ACABABA."







 "SI ALGUIEN DICE QUE ME PROPORCIONO INFORMACION SECRETA,EL DELITO LO COMETIO EL, NO YO."



Pocas mujeres han despertado tantas pasiones y sembrado tanto misterio a su alrededor como Mata Hari,la más legendaria espía de nuestro siglo. Lo malo no es que Mata Hari, o mejor, Margaretha Geertruida Zelle,fuera una impostora, una bailarina abominable y una espía mediocre, dispuesta a venderse al mejor postor; lo peor es que a causa de sus embrollos se vio condenada a morir a los 41 años ante un pelotón de fusilamiento en el Castillo de Vincennes.
Margaretha se fabricó un pasado en la India, en el seno de una familia de brahamanes. En realidad, fue la hija de un modesto sombrerero holandés con delirios de grandeza, que convencido de la belleza exótica de su hija, se propuso sacar provecho de ello.
La fama de seductora de Margaretha se inició a los 15 años en la Escuela Normal de Lyden, dónde se la pasó huyendo del acoso sexual del director de la institución, quién llegó a arrastrarse a sus pies, a gimotear en público y a escribir horrendos poemas con tal de conseguir sus favores.
Para escapar de sus ataques, huyó con un tío a La Haya. Allí, una mañana de 1895 encontró el anuncio salvador para su existencia en un periódico: "Oficial destinado en las Indias Orientales Holandesas desearía encontrar señorita de buen carácter con fines matrimoniales." Sólo pedía una carta con referencias, pero Margaretha añadió una foto, convencida de impresionar al Capitán.
la cita se cristalizó y fue inevitable el flechazo. El tenía 39 años, apostura marcial, galones, chaqueta y sable. Ella,18, morena, de ojos profundos, boca tentadora y dueña de una inclinación ardiente hacia los militares.
"Amo a los militares. Los he amado siempre. Prefiero ser la amante de un oficial pobre que de un banquero rico."
El encuentro concluyó en una pasión incendiaria. Tanto ardor acabó en un embarazo y una boda precipitada.
Se trasladaron, entonces, a las Indias Orientales, dónde fraguará la aventura de Mata Hari. Lo hacen con su hijo Norman, luego llegará Louise.
Las danzas nativas despiertan su interés y comienza a dedicarle largas horas que le proporcionan un inusitado placer ante el espanto de su esposo, que la acusa de disoluta y viciosa. Se desata el infierno conyugal. Su marido dirá: "¿Cómo puedo hacer para quitarme a esta maldita de encima?¡Ay! Si tuviera dinero para comprar su consentimiento, pues la maldita hace todo por dinero."
Ella, por su parte, lo tachará de violento y borracho. Años más tarde Margaretha declaraba que no mostraba sus pechos desnudos porque su marido en un ataque de furia, le había arrancado el pezón izquierdo de un mordisco. En 1902 se separaron. Los hijos se quedaron con el padre y Margaretha se esfumó sin dejar rastro hasta reaparecer en París convertida en la bailarina hindú Mata Hari.
"Mi madre, gloriosa bayadera del templo de Kanda Swany, murió a los 14 años, el día que nací. Los sacerdotes me adoptaron y me pusieron Mata Hari, que quiere decir, pupila de la aurora", contaba impávida.
Los parisinos quedaron fascinados con sus contorsiones sensuales, su cuerpo prácticamente desnudo, a excepción de las cúpulas de bronce que cubrían sus senos. Tuvo protectores ricos y contratos suculentos en las grandes capitales europeas.
Su mala estrella comenzó cuando estalló la Primera Guerra Mundial.Por esas fechas, 1914, era la amante del cónsul alemán en Amsterdan, Herr Kraemer, que era jefe del espionaje en su país.
Es Kraemer quien pensó en ella para sonsocar información a los militares franceses a cambio de sumas considerables.
Mata Hari se convierte en la agente H-21. Pero la bailarina es ambiciosa y decide jugar a dos puntas. Se convierte en agente doble. Se ofrece en París al Capitán Ledoux, que estaba al frente del Servicio de Espionaje y Contraespionaje francés. A partir de ese momento Ledoux la vigila de cerca. Una mujer que no puede pasar desapercibida  y que además es propensa a acostarse con cualquier caballero apuesto con tal que tenga un par de galones, resulta una pésima espía.
Sus intrincados asuntos de alcoba entre Madrid, Amsterdam y París aceleraron su caída y detención por espionaje.
Ella se defendió ."Amo a los militares de todos los países y sólo me acuesto con ellos por placer, no para sacarles información."
El Tribunal francés no le creyó y la acusó de alta traición. La condenó a muerte sin pruebas concluyentes. En parte para subir los ánimos de un país en guerra, al que se le ofrecía una sensacional ejecución con intenciones edificantes.
Murió con una serenidad sorprendente en octubre de 1917. Vestida y maquillada, no permitió que le taparan los ojos. Miró sin rencor a los oficiales del pelotón de fusilamiento y hasta les lanzó un beso. Nadie reclamó su cadáver.




SI UN HOMBRE ES MI AMANTE, LO NATURAL ES QUE PAGUE POR LOS SERVICIOS PRESTADOS, ¿NO CREE USTED?

1 comentario:

  1. Interesantisima mujer, con una vida siempre en peligro y un triste final.
    Sus palabras revelan con sinceridad su papel en aquella sociedad.
    Gracias por recordar el relato de Mata Hari, desde luego una mujer combativa y que salía del marco representativo y usual de la mujer de su época.
    Salud! y de nuevo gracias.

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