lunes, 15 de junio de 2015

FLORENCE NIGHTINGALE, LA DAMA DE LA LÁMPARA


Florence nació en el seno de una familia británica de clase alta. De fe anglicana, interpretó como una llamada de Dios, su decisión de dedicarse a la enfermería a partir de 1844.
"Dios me llamó en la mañana y me preguntó si haría el bien en su nombre, sin buscar reputación".
Esto consistía en un desafío para las convenciones sociales de la época,donde la mujer estaba destinada a cumplir el rol de esposa y madre. Tras muchos sacrificios y la fuerte oposición de su familia, en especial de su madre y de su hermana, logró formarse como enfermera.
Hombres destacados del momento, deslumbrados con la personalidad de Florence, le ofrecieron su apoyo político e intelectual para llevar a cabo su causa, ofrecimiento que aceptó, no así las propuestas de matrimonio que recibió, convencida que interferiría con su decisión de consagrarse a la enfermería.
En 1850 visitó una comunidad luterana en Alemania y observó como se trabajaba con los enfermos y marginados. En esa institución recibió cuatro meses de entrenamiento médico que constituyeron la base para su trayectoria posterior.
En 1853 asumió el cargo de Superintendente en el Instituto para el Cuidado de Señoras Enfermas, en Londres. Su padre, siempre la apoyó, al punto de proveerla de un ingreso de 500 libras anuales, lo que le permitió, durante ese período, llevar una vida confortable y proseguir con su carrera.
Su contribución más importante tuvo lugar en la Guerra de Crimea, la cual se convirtió en su principal objetivo al enterarse de las terribles condiciones de los heridos.
En octubre de 1854, ella y un equipo de 38 enfermeras voluntarias, al que entrenó personalmente, partieron hacia el Imperio Otomano.
Al llegar, se encontraron con que los soldados heridos recibían tratamientos inadecuados, mientras que los oficiales eran indiferentes a esta situación.. Los suministros médicos escaseaban, la higiene era pésima y las infecciones comunes, fatales. Fallecieron diez veces más soldados de tifus, fiebre tifoidea, cólera y disentería que de heridas en el campo de batalla. Casi seis meses después del arribo de Florence, que efectuó una limpieza de los vertederos contaminantes y mejoró la ventilación, la mortalidad bajó rápidamente.


A su regreso a Londres, reunió pruebas contra la Comisión Rea para la Salud del Ejército, a fin de sustentar su posición de que los soldados fallecían por las condiciones deplorables existentes en el hospital. Por lo tanto esta férrea mujer ayudó a reducir las muertes en el ejército durante tiempos de paz y promovió el correcto diseño sanitario de los hospitales.
Publicado en el diario The Times, febrero de 1855:
"Sin exageración alguna es un ángel guardián en estos hospitales, y mientras su grácil figura se desliza silenciosamente por los corredores, la cara del desdichado se suaviza con gratitud a la vista de ella. Cuando todos los oficiales médicos se han retirado ya y el silencio y la oscuridad desciende sobre tantos postrados dolientes, puede observásela sola, con una pequeña lámpara en su mano, efectuando sus solitarias rondas".
Tras el fin de la guerra, Florence comenzó a ser conocida como la dama de la Lámpara:
¡Mirad! En aquella casa de aflicción
Veo una dama con una lámpara
Pasa a través de vacilantes tinieblas
Y se desliza de sala en sala.
                                             Henry W. Longfellow 

 
Gracias a las donaciones que recibió, inauguró una Escuela de Enfermería que actualmente forma parte del King's Colledge de Londres.
Dedicó el resto de su vida a promover  el establecimiento y el desarrollo de la enfermería como profesión, y a organizarla en su forma moderna. Uno de sus mayores logros fue la introducción de enfermeras entrenadas para el cuidado de enfermos a domicilio en Inglaterra y en Irlanda.Los enfermos pobres podían acceder, de este modo, a ser cuidados por personal capacitado. También su influencia fue decisiva para la creación  de la Cruz Roja Británica.


Su trabajo tuvo como consecuencia la mejora de la situación de la mujer dentro de la sociedad de su época. Algunos investigadores afirman que permaneció virgen durante su vida porque, quizás, vivió en tiempos en que imperaba la moral sexual victoriana.
Las conquistas de Nightingale resultan más admirables cuando se las considera en el contexto de las restricciones sociales que sufría la mujer. No asistían a las universidades ni pretendían carreras profesionales; su propósito en la vida era casarse y criar hijos.
Florence fue afortunada. Su padre creía que las mujeres debían recibir educación y él personalmente le enseñó latín, griego, italiano, filosofía y , lo más inusual para las mujeres de ese tiempo, matemáticas y literatura.
Nightingale constituye un importante eslabón en el estudio del feminismo inglés. Luchó por su autodeterminación y en contra de las expectativas familiares de un matrimonio por conveniencia.
En su libro Cassandra condenó la sobrefeminización que deja a las mujeres que las deja al borde de la invalidez social, tal como lo podía apreciar en el estilo de vida que llebaban su madre y su hermana mayor. Rechazó una vida apacible de comodidad y a cambió eligió la dedicación al servicio social. Este Ensayo revela también su temor a que sus ideas no fuesen tenidas en cuenta, como las profecías de la princesa troyana Cassandra. 


Su voz quedó registrada en una grabación fonográfica en 1890:
"Cuando ya no sea ni siquiera una memoria, tan sólo un nombre, confío en que mi voz podrá perpetuar la gran obra de mi vida. Dios bendiga a mis queridos y viejos camaradas...Florence Nihgtingale".

En su diario escribió:
 "Se supone que las mujeres no deben tener una ocupación suficientemente importante para no ser interrumpida. Ellas se han acostumbrado a considerar la ocupación intelectual como un pasatiempo egoísta, y es su deber dejarlo, para atender a cualquiera más pequeño que ellas".

Explicación por no casarse con su prometido:
"Yo tengo una naturaleza moral y activa que requiere satisfacción y eso no lo encontraría en la vida con él. Yo podría sentirme satisfecha si pasara la vida con él combinando nuestros diferentes poderes para lograr un gran objetivo. Yo no podría satisfacer esta naturaleza pasando la vida con él, en compromisos sociales y organizando cosas domésticas".

"La enfermería es un llamado superior, un llamado honorable...el honor radica en el amor por la perfección, la consistencia y en el trabajo duro para conseguirlo".

"Aunque desde el punto de vista intelectual se ha dado un paso adelante, desde el punto de vista práctico no se ha progresado. La mujer está en desequilibrio. Su educación para la acción no va al mismo ritmo que su enriquecimiento intelectual".


                 ATRIBUYO MI EXITO A ESTO: NUNCA DI NI TOME EXCUSA ALGUNA

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