lunes, 30 de octubre de 2017

CATHERINE DICKENS, VIVIR EN LA SOMBRA

En febrero de 1835, Charles Dickens celebró una fiesta por su 23 cumpleaños.
Catherine Hogarth, la hija del editor de su revista, fue una de las personas invitadas.
"Dickens mejora mucho con el trato", escribió Hogarth a su prima después del evento.
El autor inglés del siglo XIX que escribió obras como "David Copperfield" y "Oliver Twist", era muy arrogante y creía que su importancia como escritor era extrema para la cultura del mundo.
La mejora debió de haber sido espectacular, poco después, Catherine se casó con él. Su boda se celebró en Londres el 2 de abril de 1836.
Fue un matrimonio feliz y desesperadamente triste a la vez.
En los 15 años que siguieron, Catherine tuvo diez embarazos a término completo, y al menos dos abortos involuntarios.
Y después pasaron de ser una pareja enamorada, que disfrutaba celebraciones y vacaciones juntos, a una incapaz de vivir bajo el mismo techo.
Además de ser madre, Catherine fue una escritora, una talentosa actriz y una excelente cocinera y, en palabras de su marido, una magnífica compañera de viajes.
Pero, como mujer de tal famosa figura, todo quedó eclipsado.
Se ha escrito mucho sobre la separación pública del matrimonio que tuvo lugar en 1858.
La reputación de Catherine quedó relegada a dos diferentes opiniones: o bien era una mártir perseguida o se convirtió en el tormento de un gran hombre.
En realidad, el matrimonio se vio sometido a una presión inesperada e intolerable por la rapidez en que el escritor ascendió a lo que se consideraban niveles de celebridad.
Cuando la pareja se conoció, Charles puso a Catherine en un pedestal.
La infancia de Charles había estado marcada toda la vida por la pobreza y por la sombra de la prisión por deudas.
En contraste, Catherine, venía de una familia feliz y acomodada de clase media. Y precisamente esa era la clase de mujer que pretendía Dickens: una mujer y una madre que le diera a sus hijos una estabilidad y un hogar sin preocupaciones.
Catherine se convirtió en su mujer ideal.
Al comienzo de su matrimonio, Catherine era su responsable de asuntos sociales y de finanzas, pero, en poco tiempo, Charles pasó de ser un periodista que trabajaba para el padre de Catherine a un hombre tan famoso que sus trabajos eran leídos por la reina Victoria.
A los dos años de casados, las opiniones de Charles comenzaron a afectar la política del país.
Como mujer de tal celebridad, Catherine comenzó a ser pasada por alto.
Al principio, era tan feliz como su marido, pero sus múltiples embarazos ( apenas se recuperaba de uno quedaba embarazada de otro )  empezaron a hacer mella en en su salud, energía y en su matrimonio.
Durante más de un siglo, Catherine fue marginada y recordada como una esposa aburrida.
Pero en realidad fue una joven divertida que, como mujer de una celebridad internacional, viajó extensamente y tuvo la oportunidad de ver y experimentar cosas que la mayoría de las mujeres de su época y estatus social no pudieron. Anque también sufrió la infidelidad de su marido.
Tanto ella como Charles eran actores aficionados. No sólo representó obras en su casa, sino en escenarios de Estados Unidos y Canadá.
También publicó un libro: "¿Qué hay para cenar?". Una guía para jóvenes esposas que aconseja sobre tareas del hogar y menús para más de 18 comensales.
Catherine es sin lugar a dudas "la otra Dickens", una mujer brillante e ingeniosa.